Panamá (PL) La Organizaciones de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) se ha metido como una cuña entre el Casco Histórico de Panamá y una supercarretera que pretende unir el este con el oeste de la capital.La institución ve con ojerizas el megaproyecto que el gobierno está decidido a ejecutar a un costo de 776 millones de dólares, pero cuyo gran problema es que tiene que atravesar o bordear el Casco y las alternativas son bastante limitadas, porque la ciudadela está pegada al mar.
Una delegación encabezada por el ministro de Obras Públicas, Francisco Suárez, y técnicos, ingenieros y funcionarios de instituciones involucradas, participó en la XXXV reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO en París para convencer a los peritos de que la obra no pondrá en peligro al complejo monumental.
El Comité dio un respiro, pues no incluyó ese sitió en su lista de patrimonios en peligro.
Pero a cambio dio de plazo seis meses para presentar un informe técnico sobre el impacto que podría causarle la construcción de la III fase de la Cinta, y esa decisión avivó el debate en torno al polémico proyecto, defendido o rechazado con igual virulencia por defensores y detractores que toman de escudo por igual la defensa del Casco Histórico.
Esa área, en realidad, tiene una rica diversidad arquitectónica del siglo XIX y principios del XX. Está formada por la antigua ciudad amurallada colonial de Panamá y un sector de su arrabal, Santa Ana y El Chorrillo. Abarca unas 44 hectáreas y cerca de 900 edificios de valor histórico y arquitectónico.
La empresa que está a cargo de la obra, la brasileña Odebrecht, que ya construyó las dos fases anteriores, maneja tres alternativas: excavar un túnel por debajo de la ciudadela; circunvalarla por el litoral incorporando algunos rellenos; o construir en el mar un puente de pilotes.
Según Suárez, no hay todavía una definición al respecto, y mientras se analizan los pro y contra de cada anteproyecto en coordinación con UNESCO, las discrepancias toman cuerpo no solamente en el sector político, sino también en los barrios periféricos inmersos en el proyecto.
Una gran parte está de acuerdo con la supervía que saca del ostracismo y amplía las posibilidades de desarrollo de vecindarios muy populosos como los dos mencionados y San Felipe, y otros lo critican febrilmente.
Para quienes es ruta obligada el tránsito diario de uno a otro lado, se sienten de pláceme con la perspectiva de que los inconvenientes de una infraestructura vial obsoleta para un flujo vehicular que ha crecido exageradamente, queden en el olvido para siempre. En ese sentido al parecer es mayoría el grupo que la defiende.
Al margen de tomar partido por uno u otro bando, lo cierto es que arquitectos, ingenieros y diseñadores están frente a uno de los mayores retos que se pueda concebir por los desafíos que la monumental obra impone desde el punto de vista arquitectónico, de solución vial y de seguridad ambiental.
La III fase de la Cinta debe comunicar las avenidas Balboa y la de los Poetas mediante un complejo de sendas de hormigón y asfalto con modernísimos sistemas de iluminación y drenaje de aguas negras y potable, que evite inundaciones, así como la contaminación ambiental, auditiva y de otra naturaleza.
Adicionalmente a la obra principal independientemente de la variante que se adopte, los constructores elaboran sistemas paralelos para contrarrestar los impactos negativos previstos e imprevistos derivados del proyecto de interconexión.
Paralelamente al objeto central, que es la carretera en sí, el proyecto contempla aspectos como mejoras a la Avenida Balboa, rompeolas, nuevo mercado de marisco en sustitución del actual, un área de uso turístico, parques infantiles y zonas de recreo.
Se le agrega también una nueva Avenida de los Poetas y el mantenimiento de las fases actuales I y II de la Cinta Costera, por seis años, y la fase III por tres años.
En cuanto a la variante del túnel, el informe presentado a la UNESCO argumenta, entre otras razones, que esa opción busca reducir el flujo vehicular sobre la Avenida de los Mártires, implementar una vía alterna y segura de conexión entre el Puente de las Américas sobre el Canal de Panamá y la Avenida Balboa, y valorizar y rescatar el corregimiento de El Chorrillo.
En cuanto a la variante de una circunvalación pegada a la costa, el proyecto explica que permitiría la creación de una acera peatonal y ciclovía conectando la fase dos de la cinta costera hasta la avenida Amador en áreas revertidas de la antigua posesión militar estadounidense.
Para ello sería necesario la creación de rellenos de protección y una especie de paseo-mirador desde donde apreciar la muralla del Casco Antiguo.
Además, se construirían plazas de estacionamientos externas al Casco Antiguo y se integrarían urbanísticamente la Cinta Costera y la Avenida Balboa con la de los Poetas para lograr una continuidad paisajística.
La última opción que detalla el documento es el viaducto. Entre los aspectos que destaca sobre este proyecto es que sería una infraestructura desarrollada con utilización de plataforma marina y que sería una vía alterna y segura de conexión entre la Avenida Balboa y el puente de las Américas, por sobre el mar, con todo el atractivo que ofrece el litoral.
Toda esa argumentación está recogida y detallada en un voluminoso texto de decenas y decenas de páginas con mapas, esquemas, planos, fotografías y otros detalles entregados a la comisión de la UNESCO, la cual, sin embargo, exigió más explicaciones pero, según Suárez, no ordenó paralizar la obra.
Está seguirá su curso, dijo, pero de la mano de la UNESCO, a la cual se le informará detallada y sistemáticamente de todo lo que le interese, al margen de las inspecciones de rigor.
Suárez garantiza que la construcción de la Cinta generará dos mil 500 empleos directos y siete mil 500 indirectos; disminuirá el tiempo de viaje de los usuarios; mejorará el flujo vehicular de la capital, incrementará el valor de las propiedades aledañas y habrá posibles hallazgos de vestigios arqueológicos durante el desarrollo de las obras, y su consecuente rescate.
0 comentarios:
Publicar un comentario